Oscar Tusquets Blanca

En un mundo donde todos tienden hacia la especialización, se agradece que existan románticos que aún busquen probar y destacar en distintas facetas de la vida. Son personajes poliédricos en todos los sentidos y Oscar Tusquets Blanca (1941) es un claro ejemplo de ello.

Arquitecto por formación, diseñador por adaptación, pintor por vocación y escritor, dice, por deseo de ganar amigos, Oscar no deja indiferente a nadie. Sus edificios son verdaderas piezas de arte, sus diseños son innovadores, sus pinturas provocan fascinación y sus libros atraen a aquellos que quieran conocer la vida más íntima del autor tanto el ámbito del arte como en lo personal.

Amigo de Dalí y miembro de la llamada Gauche Divine, Tusquets Blanca se rodeo de los mejores intelectuales de la época y supo sacar el mejor provecho de ello. Cosmopolita como nadie, dice ser habitante del mundo y ha entendido a la perfercción que vivir en mundo global e internacional no tiene precio. 

Entre sus grandes hitos arquitectónicos se encuentra la remodelación del Palau de la Música, el Auditorio Alfredo Kraus en las Palmas de Gran Canaria y la estación Toledo del metro de Nápoles. Sus diseños son también dignos de estudio, pero a mí, lo que más me fascinan son sus pinturas.

Hasta el 31 de Enero expone en la Galería Ignacio Lassaletta (Rambla Catalunya 47, Barcelona) un conjunto de obras que tratan los dos grandes temas de la vida: el Amor y la Muerte, pues así se llama también la exposición. 

Comienza con todo aquello "digno de ser amado", desde paisajes hasta mujeres, continua con todo aquello que provoca inquietud y acaba tratando la tragedia más pura. La parte del final es especialmente curiosa y atractiva, pues te sumerges en una sala que parece un auténtico mausoleo.

Con este post les muestro algunas de sus pinturas. Disfruten y presten atención, porque de verdad, este señor merece la pena.