martes, 30 de septiembre de 2014

Mundo 2.0

Desde que Tim Berners-Lee desarolló el servicio más fructífero de internet, el World Wide Web (WWW), la concepción de las cosas ha cambiado radicalmente. Las TIC resultan sin duda un gran progreso, pues poderse comunicar de un lado al otro de la tierra con una videollamada no tiene precio. 

Las relaciones interpersonales han cambiado. La gente se siente casi más cómoda y segura en la red que en la vida tangible. Todo aquello que antes se guardaba en su interior, lo deja ahora en la nube.

La información es cada vez mayor y por consiguiente, clasificar y seleccionar la información correcta es ahora más importante que nunca.

Los artistas (escritores, pintores, músicos...) sufren por la piratería, y es una evidencia decir que son posiblemente el sector más afectado por este mundo llamado internet.

Sin embargo, tal como decíamos en el último post, hay que ver las cosas desde distintas perspectivas para saber ver que donde hay cosas buenas, hay cosas malas y donde hay cosas malas, hay cosas buenas. Me refiero a la innovación y al progreso, pues internet es sin duda uno de los grandes éxitos del siglo XX.

Voy a poner un ejemplo para que vean que es lo que nos ha permitido internet. Puede ser polémico decir que los músicos pueden aprovecharse de muchas de las ventajas que ofrece la red. ¿Pues nos es evidente que la difusión de las canciones es ahora mayor que nunca? ¿No existe en internet y en los ordenadores un gran hueco para la creación musical (DJs...) e innovación?

Hace unos años, Eric Whitacre supo ver en internet esta oportunidad de creación. Dicen que si cualquier cosa de la vida real la llevas a internet, el éxito es asegurado. Es así como Whitacre, con mucha astucia, quiso crear un coro virtual a partir de grabaciones que voluntarios le habían ido enviando bajo unas condiciones predeterminadas.

Vean el vídeo y comenten. La verdad es que es impresionante!

jueves, 18 de septiembre de 2014

La otra cara del iPhone 6

Desde hace unos días, medio mundo está expectante de que salga a la venta el nuevo iPhone 6. El fenómeno de Apple es digno de estudio, pues la tecnológica de Cupertino ha creado un status quo por el cual la gente siente necesidad de obtener, cuanto antes mejor, sus nuevos productos. 

No importa cual sea su precio, la gente es capaz de comer menos ese mes con tal de estar a la última. Hasta aquí, todo bien. Es más, deberíamos felicitar a la compañía por el efecto de sus increíbles campañas de marketing. Sólo hay que pasearse unos días antes al lanzamiento por cualquier Apple Store, para ver cual es el panorama. Gente con tiendas de campañas, trasnochando sin ningún pudor y sobre todo, deseando que pasen las horas hasta el gran día, forma parte de la postal habitual cerca de sus tiendas.

Sin embargo, todo tiene su otra cara de la moneda. Si tienes confianza con alguno de los vendedores o simplemente eres de fácil trato, te contarán, si les preguntas claro, que hay gente que paga a vagabundos para que pasen estos días por ellos y, cuando llega el momento, se intercambian de nuevo. Es increíblemente injusto.

La naturaleza humana es, a veces, así de cruel y desgraciada. ¿Cómo se puede tener tanta cara?¿Cómo te puedes aprovechar así de la gente?

Yo lo dejo ahí. Pero sin duda, la cuestión da mucho que pensar...

martes, 9 de septiembre de 2014

La categoría de un país

La razón de ser de un país se fundamenta en la ciudadanía, en su gobierno y en su modelo de estado. Ver mundo te permite tener una visión crítica al respeto, pero sin nunca olvidar que la riqueza se basa en la diversidad. No obstante, esto no quita que podamos opinar sobre la categoría que tiene nuestro país.

Es importante tener claro que tipo de país queremos emular y como lo queremos hacer. Singapore o Holanda podrían ser buenos ejemplos a seguir. Ecologistas, civilizados, transparentes, modernos, cultos y amables, son algunos de los muchos adjetivos que se me ocurren para definir la categoría de estos dos países.

Sobre Singapore sólo se me ocurren cosas buenas. Siendo un país relativamente nuevo, pienso que han sabido crear un modelo de estado sostenible, basado en el respeto al individuo y en la transparencia política. Ocupa la tercera posición a nivel mundial en renta per cápita y en poco más de diez años, se ha convertido en la Nueva York asiática. Hay cámaras en la calle cada diez metros, pues no nos engañemos, es así como consiguen ser uno de los países más seguros del mundo.

El caso de Holanda es distinto. Forma parte de la vieja Europa pero tiene las costumbres más avanzadas de todo el continente. La corbata, la dejan en casa. Así como el coche o la moto, ya que se mueven en bici por las ciudades. Pero sobre todo, lo que más me gusta de los holandeses es su cultura basada en la solidaridad y en el respeto al otro.

España es otro tema. Vivimos en un país de pandereta donde los presidentes de gobierno parecen vendedores de feria (con todo mi respeto) y la envidia es el deporte nacional. Pisar al otro forma parte de nuestro ADN y lo único que nos importa es mirar a su nuestro propio ombligo.

¿Cómo se puede cambiar todo esto? Fomenten la educación, por favor. Inviertan en Erasmus serios y no en Orgasmus (como algunos le llaman), y confíen en aquel dicho de Balzac que decía:

"Aunque nada cambie, si yo cambio, todo cambia"

Por cierto, bienvenidos de nuevo al blog! Desde hoy, vuelve a estar oficialmente en marcha!