miércoles, 19 de marzo de 2014

Europa inventa, China copia

En los últimos años China ha crecido al ritmo espectacular de casi un 10% anual. Como ya hemos explicado alguna vez en este blog, la vieja y nueva Europa, da igual a cuál se quieran referir, no deja de perder posiciones en la carrera por el liderazgo económico. Los países BRIC (Brasil, Rúsia, India y China) se postulan cada vez como los nuevos lideres del mundo, al menos, por unos años. Y es que hoy toca hablar de China, siendo ésta la que encabeza dicha carrera con ganas, innovación y desarrollo....

En este país lo chino suena a malo, cutre, de poco valor. Sin embargo, la economía no lo percibe así, pues China es la nueva potencia económica mundial. Con mucha inversión extranjera y alto desarrollo tecnológico, este país del Extremo Oriente farda de combinar una política comunista con una economía de lo más capitalista. Los sabidos en el tema, dicen que estamos inmersos en una crisis de sistema, ¿es pues el modelo chino la solución?

El caso es que si tuviéramos que hablar de un valor de los chinos, posiblemente escogeríamos la disciplina. No obstante, hay otra característica también muy típica del Lejano Oriente que es la astucia. Porque no nos engañemos, lo chinos copian, no inventan.

Mientras Europa desarrolla productos e invierte grandes cantidades de dinero en I+D+I (bueno, excepto España), China coge nuestros inventos, los copia y los vende a precios mucho más competitivos de los que nosotros jamás podríamos ofrecer. Eso sí, tienen precariedad laboral y su modelo de crecimiento no queda del todo claro mientras su base económica sea "las joint ventures" entre empresas europeas y empresas chinas. ¿Qué pasará el día en que Europa ya no quiera invertir ahí?

Fíjense como cambian las cosas. Ser líder en algo es completamente efímero, pues es tan fácil de conseguir como de perder. Cuando uno está en la cresta de la ola, sólo le queda bajar, y es que muchos países han ido viendo al lo largo de la historia como su posición de liderazgo cambiaba radicalmente. Es el caso de Egipto, país que fue capaz de inventarlo todo mucho antes de que en Europa fuéramos capaces de encender fuego sin una piedra y un palo. ¿Y es que acaso hay algo que no inventaran los egipcios? Y miren ahora, su país no se mantiene ni por su modelo político (han sufrido la primavera árabe) ni por su modelo económico.

Pero volviendo al hilo central del asunto, China copia. ¿Porque nos dejamos copiar? ¿Porque no aprovechamos nuestros inventos? El quid de la cuestión es relativamente fácil. China nos copia porque las patentes no son, por ahora, una seguro para la innovación y es que además, muchas veces somos nosotros mismo quien vamos a invertir ahí. Respeto a lo segundo, la lección es así de sencilla: China es barata y Europa no. Fin de la cuestión.

En cualquier caso, esto es una realidad que no se debe de ignorar. Así que ya saben, si quieren aprender cosas nuevas y de paso ganar algo de dinero, vayan a China. Seguro que encuentran algo. En caso contrario, si piensan que parte de nuestra crisis económica se debe al poderío que China ha ido cogiendo durante los últimos años, revótense, no compren productos chinos. Les será tan fácil como no bajar nunca más al "todo a cien" o al bazar chino que tienen al tocar la esquina del chaflán de su casa.

'El ojo de Alex' en este caso no dice ni A ni B. Dice C. Creo sinceramente que puede haber, y debe existir, un punto medio entre lo que China ofrece (Dinero con precariedad laboral) y lo que Europa tiene (poco dinero y poca competitividad). Y es que entre tanta discusión uno se pierde en algo que teóricamente es relativamente fácil. La solución no es ni blanca ni negra, es gris!

viernes, 7 de marzo de 2014

La pobreza energética

Unos hablan de pobreza energética, otros lo prefieren llamar falta de energía, pero lo que está claro es que hablamos de un problema muy gordo, pues que una familia tenga que pasar frío en invierno, ducharse con agua fría o no poder encender los aparatos electrónicos, es un sinsentido como una catedral si pensamos que vivimos en el siglo XXI.

Es verdad que hay crisis, que mucha gente está en el paro y que las empresas puede que no lo estén pasando del todo bien pero, en cualquiera de los casos... ¿qué está haciendo el gobierno al respeto?

En una situación así, un plan de emergencia debe ponerse en marcha, pues no puede ser que el precio de la luz este a la altura que está y que las familias tengan que pagar facturas por encima de los 70 euros como mínimo (tratándose de una casa muy pequeña) cada mes. Y es que imaginen, mi casa no es ni mucho menos grande, más bien normal, pero sin embargo, nadie nos quita la factura de más de 200 euros cada mes proveniente de Endesa.

Puedo imaginar, en caso extremo, una vida sin gas. Pero no puedo imaginar una vida sin electricidad. Móviles, iluminación, ordenadores...... todo va con electricidad! 
Leo en la prensa anuncios de las compañías eléctricas presentando su nueva manera de formular las facturas, pues hablan de un documento "más transparente". Y vale, aplaudo la transparencia, pero mientras el precio de la luz sea tan alto... ¿qué diantres me están contando?

Algunos me podrían reprochar que, el precio del gas no depende en gran parte de nosotros, pues generalmente importamos de fuera este bien natural. Por lo que hace a luz que, a pesar de venir mayoritariamente de España, sin estos precios no seremos nunca competitivos ante el exterior. Pero es que mi crítica no está tanto en las propias compañías, como en el gobierno que debería absorber la diferencia entre la perdida de competitividad y los altos precios.

Me saca aún más de quicio el tema cuando voy al Corte Inglés y veo, al lado de la sección de libros, un pequeño stand de Endesa ofreciendo unos productos llamados "Energy Pack". Son los equivalentes al "Smartbox" o "Wonderbox" de la energía, pues ofrecen packs de energía para que los regales a amigos o personas que sufran pobreza energética. ¿Pero hasta dónde hemos llegado? ¿Enserio este es el modelo de país que queremos?