jueves, 23 de mayo de 2013

'El fin del mundo equivocado'

Recientemente he terminado de leer una novela bastante curiosa pero muy interesante. Se trata de 'El fin del mundo equivocado' del novelista italiano, aventurero como nadie, Mauro Corona. Con un prólogo del mediático Arcadi Oliveres, el autor relata una historia con un retrato muy minucioso del mundo actual y, frecuentemente, con gran sentido filosófico.

Contemplemos la hipótesis de que de repente el mundo se queda sin carburantes, es decir, sin petróleo, sin carbón y sin energía eléctrica. ¿Que haríamos? ¿Como sobreviviríamos? Pues precisamente es esto lo que intenta reflejar el autor, con un sentido frecuentemente irónico, el mundo en el que vivimos. Un mundo que cuando se acaben todos estos carburantes, estará faltado de recursos, de capacidad y de astucia para sobrevivir con lo que realmente necesita el ser humano. Que por cierto, es muy poco.

Explica así, que quien sobrevive en estas ocasiones, son precisamente aquellos que posiblemente en el mundo 'equivocado' habían sido considerados como poca cosa, como gente de poco provecho. Aquellos que sabían cultivar manualmente la tierra, aquellos que sabían hacer fuego sin un mechero, aquellos que habían mantenido precisamente los conocimientos básicos del ser humano, son los que sobreviven. El resto mueren. 

Te explica como antes de 'el fin del mundo equivocado' vivían en un entorno de hipocresía. En un mundo mandado por unos cuantos que, precisamente, eran los menos provechosos. Cito textualmente un trozo muy divertido donde dice lo siguiente:

"Hay un exministro de Agricultura que se ve en apuros, no sabe por qué lado empuñar la pala. Prueba por la derecha, luego por la izquierda, empuja con el zapato derecho, luego intenta con el izquierdo, pero la pala no se hunde. El campesino, entonces, le hace notar que la pala no es un político, que no se desplaza de derecha a izquierda, o viceversa, sin ningún pudor. Que la pala o el pico exigen una posición, y aquella ha de ser. Ha de decidirse por una y mantenerla."

Creo que queda bastante claro a lo que me refiero, ¿no?

El caso es que te cuenta, como al final la humanidad consigue recuperarse, como unos cuantos (por pocos que sean) aprenden lo básico y consiguen comenzar de nuevo en la construcción de un nuevo mundo. Donde ahora lo pueden mejorar, porque al fin y al cabo, es su segunda oportunidad. Pero no, el ser humano no cambia, y rápidamente vuelve la hipocresía y la avaricia para reinar el mundo. El ser humano no ha aprendido la lección. Ha vuelto a caer.

En conclusión, un retrato como decía, con un carácter filosófico, que le hace a uno reflexionar y ver el mundo en el que vivimos.




1 comentario:

  1. Mauro Corona no pretende, en mi opinión, que todos volvamos al campo. Sino sencillamente que hagamos todo lo posible para que quienes viven de la tierra puedan continuar haciéndolo, ya que son depositarios de unas destrezas y saberes que (como ocurre en la fábula tejida por Mauro Corona) pueden ser útiles para la supervivencia de la comunidad. Es un alegato en favor de la dignificación de los campesinos y contra la insensatez de quienes piensan, en cambio, que la tecnología nos asegura un mundo feliz. Quienes quieran saber algo más sobre esta obra, que pinchen en http://www.rtve.es/alacarta/audios/reserva-natural/reserva-natural-07-06-13/1860786/

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