sábado, 20 de abril de 2013

El mal uso de la palabra

Dicen que cada día aprendemos cosas nuevas... Yo hoy he aprendido una que me parece interesante comentar.

Frecuentemente, hacemos un mal uso de las palabras y acabamos variando su significado o incluso, en algunas situaciones, cambiándolo de manera completa. Y esto ocurre en todas las lenguas.
Es por eso, que hoy me gustaría hablar sobre dos términos que utilizamos mal semánticamente y en consecuencia, los aplicamos en un contexto equivocado.

Me refiero a las palabras "romántico" y "moro". Según la RAE, es romántico aquello que perteneciente al romanticismo  y pues... ¿qué es el romanticismo? Es un movimiento cultural, artístico y político de finales del s.XVIII que busca ante todo, como característica principal, la exaltación de los sentimientos. Por lo tanto, "romántico" no es mono y no es bonito, es nada más y nada menos que, la exaltación de tus sentimientos.
Veamos un ejemplo:
Un chico regala a una chica una rosa por Sant Jordi, esto NO es romántico! Pero en cambio, imaginemos que un chico se pelea y lucha contra otro chico para decidir quien merece más el amor de  una chica, esto SÍ es romántico.

Visto este primer término, analizamos el segundo: "moro". Frecuentemente utilizamos esta palabra para llamar a esas personas de religión musulmana con un color de piel oscuro, sin distinción del sitio del que provienen. Sin embargo, pese que la RAE lo ha acabado aceptando, en el sentido estricto de la palabra, "moro" es aquel que viene de Mauritania y no ese que predica el islamismo, que también.

Sabiendo estas cosas, por fin es hora que utilicemos correctamente las palabras. Así que, por favor, hablemos con propiedad.




2 comentarios:

  1. Estás confundiendo etimología con semántica. Ambas palabras, 'romántico' y 'moro' han ganado nuevas acepciones por el uso a lo largo del tiempo. Así, 'romántico' ya no es únicamente lo que se adscribe al movimiento artístico, sino el/los significado/s que los hablantes le han dado empleando la palabra en un contexto una y otra vez. Así lo recoge la cuarta acepción del DRAE, 'sentimental, generoso, soñador', como el chico que le regala la rosa a la chica por Sant Jordi.
    Un ejemplo: 'cretino'. Viene del francés 'crétin', que a su vez era una forma dialectal de 'chrétien' (cristiano) en una zona cercana a Suiza. Con el tiempo, y de manera eufemística, el resto de Francia empezó a usar esa forma dialectal mudándole el significado desde cristiano al actual de cretino, y de ahí pasó al español. Si fuéramos tan rígidos como propones de 'hablar con propiedad', habría que llamar cretino no al que nos fastidia el negocio, sino al que se va a la Iglesia a rezarle al Cristo de Medinaceli.
    'Ironía' sí es una palabra con un malísimo empleo por parte de los hablantes. Por ejemplo: "¿no es irónico que Menganito la palme justo después de haberse salvado en la guerra?" Pues no, no es irónico. Pero se está extendiendo tanto el uso de irónico en el contexto de casualidades y paradojas, que finalmente, por fuerza del uso, terminará siendo correcto (si no lo es ya), y el lenguaje habrá dado otra muestra de su constante evolución.

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  2. Me parece lógico lo que dices y sí, te doy la razón! Quizá no hay que ser tan estricto... Simplemente me lo contaron (y no alguien cualquiera) y me pareció bueno publicarlo, pero posiblemente no lo escrito ni lo he expresado suficientemente bien.

    Pero gracias de todas formas, por comentar en el blog!

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